Los cristales nos han atraido a lo largo de toda la historia. En general los utilizamos como adornos y desconocemos las enormes propiedades curativas que ellos poseen.
Los Cristales son una parte importante de la naturaleza frecuencial vivificadora del planeta y de sus habitantes, proveyéndonos de una electro- energía con la capacidad de archivar, amplificar y proyectar todo tipo de información.
En sus átomos Maestros está albergada la memoria del Origen de la Humanidad, de la vida en la Tierra y Cósmica.
Los cristales te ayudan a reconciliarte con el hecho de estar encarnado en este espacio tiempo llevándote a la transformación de tus experiencias actuales, sanando las "deudas" kármicas contraídas en otros eternos presentes, estas "deudas" no tienen que ser negativas, sino que pueden representar un escalón evolutivo para tu crecimiento personal. Te ayudan a entender como el pasado kármico a producido el presente y como el presente crea tu futuro.
Los cristales te llevan a vivir desde las perspectivas del Alma, tomando cada hecho en particular como aprendizajes para el Alma, a partir de su maestría veremos que el mundo no esta en contra nuestro, que cada uno hace lo que aprendió y lo que puede.
Ayudan a acceder a una calidad de vida equilibrada y armoniosa, libre de apegos y condicionamientos.
Algunos Cristales nos haran reencontrar con almas que alguna vez fuimos compañeros, otros nos mostraran a que linaje espiritual pertenecemos, otros nos mostraran las heridas del pasado que guardamos, y que algunas están a nivel físico, otras a nivel emocional, otras a nivel almico. Y así cada uno de ellos va a traernos un mensaje de paz consuelo y sanación a nuestra perturbada existencia haciendo de nosotros seres únicos, amorosos y luminosos.
Para aquellos que deseen profundizar en el tema les recomiendo el libro "La Biblia de los cristales" de Judy Hall.
Me encantan las piedras, en especial los cuarzos
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