Cuando la mañana llegue y
comience un nuevo día, busca un momento de paz para escuchar a tu Alma.
Escuchala.
Capta su vibración primera, la más bella melodía que
interpreta el Alma.
Allí en lo profundo de nosotros mismos solo existen
Voluntad, Amor y Sabiduría.
Allí solo encontraras lo bueno y lo perfecto.
Y eso es lo que sos en esencia.
Toma lo mejor de lo que allí palpita.
Lo mejor de nosotros mismos.
Y vuelve para empezar
con ello el nuevo día.
Entonces serán buenos los frutos que trae cada día.
Pues llevarán la savia
pura de nuestra mejor esencia.
Así, busca en cada día
de la esencia buena que atesora nuestro espíritu.
Allí en lo más profundo
de nosotros mismos.
Y vive este día como el
mejor de tu vida.
Concentra todas tus
energías en vivir intensamente estás pocas horas que tienes por delante.
Desde que la mañana te
despierta hasta que el descanso reparador te llama.
Olvida el ayer y deja el
mañana para su momento.
Olvida tus errores pero
recuerda la experiencia.
Y si recuerdas,
recuerda solo cosas buenas que iluminen este día.
Porque es necio llevar a
cuestas hoy la carga del ayer.
Vive plenamente este
día, porque el hoy es el más hermoso don que tienes.
Porque la vida es un
Eterno Presente.
